La clase de computación

Ropa sucia, afuera

Hace unas semanas el Indio Solari volvió a chicanear a su ex compañero (¿y amigo?) Skay Beilinson, cuando invitó a los otros miembros de Patricio Rey a participar en la grabación de un tema para su último disco. Ante los comentarios de las huestes ricoteras, el indio salió a aclarar (y destruir ilusiones):

“Sin Skay no hay redonditos”

Según el propio Solari, el desmembramiento ricotero ocurrió cuando el guitarrista y su mujer, la Negra Poli, se negaron a brindarle parte del material audiovisual que atesoraban. Según Beilinson, el problema fue artístico: los últimos discos de los redondos empezaron a tomar el formato que luego Solari pudo desplegar en su carrera solista y que disgustaba al resto de la banda (letras excesivamente largas y demasiadas máquinas).

“Una rumbita se armó
una fea carajada
incombustible no sos
cómo bancás ese infierno
soñás la hoguera donde siempre sos la leña”

Una clave a este problema fue otorgada por el bajista de la banda. Semilla asegura que el último disco que grabaron como banda (con ensayos y participación de todos los músicos), fue el doble Lobo suelto - Cordero atado. Luego el proyecto tomó un rumbo que los músicos consideraban muy cercano a los gustos particulares de Solari: “nos dimos cuenta que uno de nosotros se quería apropiar de ese proyecto tan hermoso que fue Patricio Rey, que había nacido como la comunión y el aporte de muchos artistas, y no de los deseos de uno solo” sentenció Skay.

Todavía no hay mucha luz sobre el tema (aunque sí muchas conjeturas), pero una cosa es clara:

“Sin Skay no hay redonditos”